Con la llegada de la nueva normalidad han surgido modificaciones en la forma habitual en la que consumíamos la moda. Desde el pasado 14 de marzo al declararse el estado de alarma asumimos que nuestros hábitos de compra cambiarían por semanas o incluso meses.

Con la llegada de la nueva normalidad y el sector de la moda se ve en un momento en el que tiene que adaptarse al entorno y a los cambios provocados por el COVID-19 para mantenerse a flote.

En la actualidad las estrategias digitales son el mejor aliado de las marcas de moda ya que permiten mantener las ventas mientras la situación de normaliza por completo ya que las pérdidas que ha presentado el sector son inimaginables. La Asociación Creadores de Moda de España (Acme) calcula que, entre abril y junio, las pérdidas ascienden hasta los 360 millones de euros, pero esto no quiere decir que se pierda la esperanza y que el sector de la moda se recupere, lo que está claro es que sería un proceso lento pero firme.

¿QUÉ PASA CON LAS TIENDAS FÍSICAS?

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Las empresas del sector de moda han establecidos protocolos de actuación para mantener espacios seguros para sus empleados y clientes.

Ejemplo de esto es Inditex siendo una de las primeras en comunicar que limitaría el aforo de sus tiendas físicas, implementaría el uso de gel desinfectante tanto a trabajadores como clientes y por supuesto manteniendo como premisa el uso de la mascarilla. Por otro lado, Mango dio a conocer que controlaría el acceso a los probadores y seguiría las normas de distanciamiento social.

Todas las tiendas son constantemente desinfectadas, así como los aparatos electrónicos como datáfonos u ordenadores al igual que las prendas que cada persona se pruebe.

Por otro lado, al realizar una devolución los productos deben estar al menos 48 aislados para evitar el peligro.

Sin duda nuestros hábitos de consumo han cambiado y solo queda esperar a que la situación se normalice para volver a disfrutar de un día de compras sin ningún tipo de restricción.

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